Sunday, January 5, 2020

Kleiô

Heredero sofista,
espíritu de la ciudad;
pocos datos sobre el hijo de Oloro por llamarse ateniense;
ella sobre su mano izquierda lleva toda su época.

Estratego Anfípolis preciso en su acción,
desterrado por rebelión hasta que la guerra acabó;
más su ostracismo calma le entregó,
y de un arquetipo surgió historiar lo que allí ocurrió.

Vate primitivo descrito en prosaísmo,
contemporáneo atento innovando la crítica entre causas profundas y acontecimientos externos;
padre de la historia, inspirado por quien heredó la memoria para crear balance en la línea del tiempo;
ese que la recuerda entre laureles y una trompeta en su mano derecha.

Deidad que semblanza encarnas,
¿quién por merecer honor exalta senda gracia?
heroica clásica entre madrigales y epopeyas.

Amada por Piero, madre de Jacinto,
intuición lírica, dueña de la armonía, abrigo para mis absolutos defectos;
encuéntrame ceñido al carácter dramático,
derrama verbo con determinados paisajes que subordinen el matiz.

Hijo del léxico, de la riqueza y ritmo soy,
de Tucídides fuiste el soplo tal vez su excitación, doctrina que lo fecundó;
me regocijo en vuestra precisión,
en los términos de mi dramático ser.

Motor de expresión que provoca figuras retóricas,
enfrenta mi guerra, la evolución;
convierte mi lengua en lanza ateniense,
y mi pecho en coraza espartana, porque troyano es mi andar.  

Me expongo en línea de batalla con humillados papiros y plumas de tinta sangre;
dispuesto a morir a la costa de la peana,
mientras tus alas tientan la vihuela.

Origen derramado se esparce por la greda,
himno convertido en bandera, la gesta que conserva la copla y la magnificencia;
ahora que soy reminiscencia, combíname con la lluvia entre los cánticos de Viena,
para ser el aullido de los próximos poetas.

No comments:

Post a Comment